Miguel Delibes: «La hoja roja» (novela); análisis y propuesta didáctica

Miguel Delibes – “La hoja roja” (1959)

I. ANÁLISIS

  1. Resumen

La hábil construcción de la novela hace que los mismos asuntos se repitan muchas veces, ampliándolos sucesivamente, a lo largo de los veintidós capítulos (numerados en romanos). Resumir, por tanto, el contenido, por capítulos, no tiene sentido. Nos ceñimos a lo más importante en las siguientes líneas. 

Eloy Núñez acaba de jubilarse como funcionario del ayuntamiento de su ciudad; le hacen un homenaje algo grotesco y le entrega el alcalde una medalla. Eloy nace en 1785 y su posición económica es modesta; se jubila con setenta años; la acción se desarrolla, pues, alrededor de 1955. Las miradas retrospectivas son constantes; de hecho, casi todo de lo que se informa en la novela es referido al pasado. El “viejo”, como le llama el narrador, o el “señorito”, como le llama su criada, está viudo de doña Lucita, muerta bastantes años antes. El matrimonio tiene dos hijos; Leoncito, el mayor, es notario en Madrid; Goyito, el pequeño, joven trasto y al parecer impetuoso, fallece a los veintidós años, aunque ignoramos la causa. Al jubilarse, don Eloy queda sin objetivos y desorientado en la vida. Es friolero y le moquea la nariz, que ha de limpiarse con frecuencia. Le gusta mucho la fotografía, pero la Sociedad Fotográfica desaparece y queda sin un soporte existencial importante, aunque visita a Pacheco, el óptico, y hablan de los tiempos pasados.

La Desi es su criada, una chica de pueblo de unos veinte años; gana 200 pesetas al mes y mantenida; a sus amigas les parece poco incluso para esos tiempos. Procede de una familia desgraciada; su madrastra le pega mucho y la insulta. Sus otras tres hermanas se van a distintas ciudades, de criadas, para ganarse la vida. Tiene un hermano deficiente mental, Marcos, que es asesinado por un vecino del pueblo, Práxedes el Raposo, en circunstancias grotescas (el chico canta “Que llueva, que llueva…” en plena inundación por desbordamiento del río del pueblo, en la “riada del 52”). Ella hace lo propio; le busca trabajo la Marce, la criada del tercero, parienta lejana y más avezada en la vida. La Desi es analfabeta, pero don Eloy le enseña a leer y escribir rudimentariamente. Esta tiene un novio, el Picaza, un chico del pueblo un tanto violento, con un pronto descontrolado. Hace la mili en la propia ciudad y se ven frecuentemente. 

Isaias, el mejor amigo de don Eloy, jubilado como él, muere repentinamente y este lo encaja malamente, pues tenían una vieja amistad. Eloy es el último de un grupo de amigos de antes de la guerra. Visita a su hijo Leoncito en Madrid; este lleva una vida desahogada por su profesión; vive en una buena casa de las afueras. Eloy comprende que su hijo y su nuera Suceso apenas lo quieren ni le dan cariño, así que vuelve a su casa en su ciudad de provincias, en tren. El Picaza ha matado a una mujer violentamente porque puso en duda la honradez de su madre; lo llevan detenido. El viejo le propone matrimonio a la Desi, y esta contesta: “–Como usted mande, señorito”.

2) Temas de la novela

-Las dificultades de la vejez, pues se vive en un mundo que ya no se entiende del todo y la soledad es un problema acuciante. Don Eloy está muy solo y solo sobrevive con la ayuda de su criada. Al fin, la propuesta de matrimonio puede conjurar su aislamiento y marginación emocional.

-La falta de afecto familiar provoca la frustración de las personas, junto con su amargura crónica. Se verifica perfectamente en Eloy en la Desi, pues sus infancias y juventud son bastante deficientes.

-Las diferencias sociales son acusadas; la gente humilde lleva una vida muy modesta, llena de privaciones y renuncias, en tanto que los pocos ricos viven mucho mejor.

3) Apartados temáticos

La novela no presenta una estructura clásica (introducción, desarrollo y desenlace o final), pues se parte de una narración inicial que se repite decenas de veces (algunos datos, una vez por capítulo) que se va reiterando y ampliando poco a poco, como los propios recuerdos del protagonista, Eloy. El narrador se amolda al modo de pensar y hablar de este y de la Desi. En este sentido, la novela presenta una estructura unitaria, sin secciones de contenido.

4) Narrador

El narrador se manifiesta en tercera persona, omnisciente y parcial; pero es subjetivo porque focaliza a través de Eloy o de la Desi. Muestra simpatía por ambos, lo que hace de hilo conductor el texto. El narrador parece un desdoble de los dos personajes mentados; renuncia a una omnisciencia total y a un lenguaje estándar para adaptarse al modo de pensar y hablar de Eloy y la Desi. De vez en cuando aparecen rasgos de humor, ironía y cierta sátira cervantina sobre la vida de estos y de todos los demás.

5) Lugar y tiempo

La acción discurre en una ciudad provinciana; por ejemplo, Valladolid, residencia de Delibes durante toda su vida. Casi toda la acción ocurre dentro del modesto piso de Eloy; en concreto, en la cocina, pues su calor hace que este se refugie allí, junto con la criada, la Desi, mientras esta trajina con las tareas domésticas. La ciudad (comercios, parques, alguna iglesia, las afueras), también ocupa su protagonismo, aunque bastante más modesto. En conjunto,el espacio es bastante reducido.

El tiempo de la escritura corresponde a los años previos a 1959, fecha de la primera edición. El tiempo de la acción narrada se remite a 1955 y años previos, desde finales del siglo XIX. Las estaciones y los años se van sucediendo sin solución de continuidad hasta el presente, que es la ancianidad de Eloy, coprotagonista junto con la Desi. La duración de la acción es imprecisa: se puede hablar de casi setenta años, hasta donde se remontan los recuerdos de Eloy; sin embargo, se concentran el los años en que la Desi vive como criada en casa de Eloy, el señorito.

6) Personajes

-Eloy: ejerce de protagonista al menos en distintas secciones. Es un hombre ya de edad avanzada. Se jubila a los setenta años, y es ahí donde se centra la acción. Se ve próximo a la muerte. “La hoja roja” se refiere a la que aparecía con una marca en los “libritos” o cajas de papel de fumar. Avisaban que solo quedaban cinco más. Se trata de una metáfora de la propia vida: tiene fecha de caducidad y la muerte aguarda. Eloy está bastante obsesionado con la muerte; siente miedo, pavor y una angustia indefinida, pero constante. Es un hombre paciente y generoso; aunque tiene poco, no ambiciona mucho más. 

-La Desi es la criada; se trata de una muchacha de alrededor de veinte años. No es muy guapa ni atractiva (el narrador la tilda de “cerril” con mucha frecuencia). Sin embargo, es honesta y sencilla, lo que facilita su vida. Apenas llega a una inteligencia media, pero su practicidad y credulidad le facilita la vida. 

-Isaías, el mejor amigo de Eloy, es un hombre algo esquivo, pero leal en sus afectos. Suele emitir juicios objetivos. Su muerte repentina, dentro de su vejez, afecta mucho a su amigo.

-Leoncito: es el hijo notario en Madrid de don Eloy. Apenas se sabe nada de él hasta los capítulos finales, cuando el padre lo visita. Es un hombre casado, sin hijos, pero con muchas cefaleas y aprensiones. Casi le reprocha a su padre que le haya inducido a la oposición de notarías, porque se siente exhausto y sin fuerzas.

-Doña Lucita: la esposa muerta de don Eloy; es una mujer caprichosa y tirana con su marido. Siempre protesta con su marido y no le gusta la vida social.

-La Marce: es amiga de la Desi. También criada, tiene más experiencia de la vida urbana y más sentido práctico de la vida. Es algo impaciente y envidiosa, pero ayuda bastante a su amiga, que no tendría trabajo sin su ayuda.

-El Picaza: es el mozo del pueblo que ejerce de novio de la Desi. Es un chico feo y patizambo. A veces, lo puede la cólera y hace disparates, por lo que acaba en la cárcel.

Existen otros muchos personajes secundarios con un papel efímero, pero siempre interesante y llenos de verdad humana. 

7) Arquitectura narrativa

La arquitectura de esta novela es original. Los veintidós capítulos numerados en romanos van separando temas, a veces introducidos por una anécdota. Pero el conjunto de la novela es un continuo que va creciendo poco a poco, con muchas repeticiones, hábilmente ampliadas sucesivamente. Podemos afirmar que el avance narrativo es repetitivo, asociativo y cronológico. El narrador ve por Eloy y la Desi, y es lo que nosotros podemos percibir. 

8) Notas estilísticas

El autor, Miguel Delibes, utiliza los tres procedimientos narrativos: narración, descripción y diálogo, con extraordinario acierto y proporción. El lenguaje delibeseano es preciso, transparente y comunicativo. La oración corta, propia de los personajes populares, con alguna excepción, como Leoncito, que no domina el idioma, es la predominante.

Es un lenguaje adaptado a la mentalidad de la Desi y, menos, Eloy, que son los que proporcionan la visión. En el conjunto, aparece un registro coloquial, algo estandarizado, propio de los adultos de una ciudad castellana. El laísmo, loísmo y leísmo son recurrentes, tanto en boca de los personajes, como del propio narrador. La contención expresiva, en un claro proceso depurativo, destaca claramente, aportando poeticidad. Se recoge el lenguaje popular de las criadas, el soldado, el chico de los recados, por un lado; el de la gente algo leída e ilustrada, como el propio Eloy y su hijo el notario.

Como siempre en Delibes, depurado y seleccionado al máximo, lo que da apariencia de sencillez, sin serlo. Veamos un ejemplo del capítulo XV:

En los últimos días el viejo Eloy advirtió una nueva luz en los macilentos ojos de la Desi. No es que la muchacha se hubiese tornado atractiva ni su rostro denotase la menor inteligencia, pero de pronto su persona emanaba como una expansiva vivacidad. Por las mañanas, cuado él se refugiaba junto al fogón, la chica canturreaba alegremente y sonreía como para su adentros y se mostraba complaciente y cada vez que le dirigía la palabra era para preguntarle por su señora y sobre los pormenores de sus relaciones en el pasado:

–Señorito, no me vaya usted a decir que Lucita es un nombre cristiano.

–No, hija, su nombre era María Luz y la decíamos Lucita. Tú tampoco te llamarás Desi a secas, me imagino yo.

La chica le observaba atónita:

–¡Otra! Usted dirá, si no.

–Claro, hija. Eso son diminutivos cariñosos.

La Desi rompía a reír:

–Dimini…, ¿cómo dijo?

–Diminutivos, hija.

–¡Será capaz!

Se palmeaba ruidosamente el muslo y soltaba una risotada.

–Usted siempre de broma.

Ya encarrilados, la muchacha inquiría dónde y cómo conoció a la señorita y lo que le dijo la primera vez y si se casó en la ciudad y si hubo muchos invitados el día de la boda. El viejo Eloy se dejaba llevar. En la vida siempre procuró dejarse llevar, pero a Lucita, su esposa, la enojaba que en el baile renunciase a la iniciativa: “Bailar contigo es lo mismo que hacerlo con un palo, Eloy”, le decía. Y él entonces procuraba enmendarse, pero ella le regañaba: “No me levantes en vilo, por Dios bendito, que pierdo el paso.” El viejo Eloy relajaba la tensión: “Pero, alma de Dios, ¿es que la música no te dice nada?”, añadía ella. Él tornaba a erigirse en conductor, mas Lucita lo renconvenía nuevamente: “Si no aflojas, acabaré desmayándome. Es que la cortas a una el resuello, ¿eh?”.

Del texto anterior se pueden deducir los rasgos básicos del estilo delibeseano. El léxico es preciso y apropiado. Los diálogos caracterizan con mucha contundencia a los personajes; quedan retratados con su modo de hablar; la Desi emplea un registro coloquial con algunos vulgarismos; Eloy, sin embargo, exhibe un nivel más elevado y cuidado en el uso de la lengua. Delibes emplea el lenguaje con una propiedad asombrosa. Las descripciones resultan exactas, vivas y plásticas.  Las narraciones cuentan acciones con viveza y precisión, sin rodeos ni omisiones. 

Un enorme acierto de este texto (y otros muchos de nuestro escritor) es que, bajo una estructura narrativa aparentemente sencilla, casi intrascendente por momentos, se atesoran trozos de vida, de verdad poética. Asimismo, la carga reflexiva es de una potencia ineludible. Aquí, se dirige hacia la presentación del mundo infantil, con su lógica propia, a veces nada entendida por los adultos. 

9) Interpretación y valoración

Delibes plantea en esta novela (presentado con simpatía y benevolencia) la soledad de la vejez, la angustia de la muerte y la incomunicación entre las personas. Por otro lado, nos ofrece un cuadro muy vivo y expresivo de la vida en una capital provinciana, donde cada día se repite como el anterior; un pequeño acontecimiento es recibido con asombro y cierto recelo. La rutina importa más que la novedad. 

Delibes se coloca en la mente de los personajes principales y como que les cede la visión y la voz, para que se expresen a sus anchas. Capta con enorme maestría el lenguaje popular de la calle, en este caso, de la Castilla de posguerra, identificable con Valladolid, de un modo verosímil y expresivo. La creación de los personajes es muy acertada porque responden a la vida misma; la verosimilitud es total, lo que acrecienta el interés lector. Por todo ello, podemos afirmar que la calidad literaria del texto es enorme.

  1. PROPUESTA DIDÁCTICA

(Las siguientes actividades se pueden realizar de modo individual o en grupo; de manera oral o escrita; en clase o en casa; utilizando medios tradicionales o recursos TIC, según las circunstancias lo aconsejen).

2.1. Comprensión lectora 

1) Resume el contenido de la novela (150 palabras, aproximadamente). 

2) Señala su tema principal y los secundarios. 

3) Delimita los apartados temáticos, atendiendo a las modulaciones de sentido. 

4) Analiza los personajes, centrándote principalmente en Eloy y la Desi.

5) ¿Qué tono tiene la novela: positivo, optimista, esperanzado, o todo lo contrario? 

6) Señala el lugar y el tiempo en el que transcurre la acción narrativa. 

7) Localiza y explica una docena de recursos estilísticos y cómo crean significado. 

2.2. Interpretación y pensamiento analítico 

1) ¿Qué idea de la vida de la criada y del funcionario jubilado nos llega desde esta novela? 

2) La felicidad, ¿es parte de la vida de los personajes de la novela? 

3) ¿Quién entiende mejor a Eloy, dentro de su círculo de confianza? Aporta ejemplos que ratifiquen tu opinión.

4) ¿Cómo se aprecia en el texto la importancia de la armonía y equilibrio entre los adultos, más allá de la clase social? 

5) El tiempo, ¿discurre igual para todos los personajes? Aporta ejemplos que corroboren tu opinión

6) ¿Qué significación se encierra en la”riada del 52”?  

2.3. Fomento de la creatividad

1) Elabora un texto literario, en prosa, en verso, o en forma dramática que exprese la vida de un jubilado. Puedes imprimir un sentido crítico, como ha realizado Miguel Delibes.

2) Imagina y transcribe una conversación o plática entre la clase y el novelista Miguel Delibes a propósito de su poema y de su vida. 

3) Realiza una exposición sobre Miguel Delibes, su narrativa y su tiempo, para ser presentada ante la clase o la comunidad escolar, con ayuda de medios TIC o pósteres, fotografías, pequeña exposición bibliográfica, etc. 

4) Aporta o crea imágenes de momentos de la vida de una criada, en los que se aprecia la distancia de su mundo respecto del de los favorecidos y estudiados, siguiendo el ejemplo de Miguel Delibes.

 

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