Sucinta Historia de la Literatura Universal (5). Narrativa realista del siglo XIX

TEMA 5. NARRATIVA REALISTA DEL SIGLO XIX
1. Francia: Stendhal, G. Flaubert, E. Zola
2. Rusia: F. Dostoievski, L. Tolstoi
3. Inglaterra: Ch. Dickens
4. Norteamérica: E. A. Poe 
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El Realismo es un movimiento cultural que surge y se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX. Supera al Romanticismo y se erige en la expresión artística de la sociedad burguesa, clase dominante de la sociedad, asentada firmemente en el poder político y económico. Los fundamentos filosóficos proceden del positivismo, creado por el francés Auguste Comte (no existe más realidad que los hechos captados por los sentidos y ratificados por la experiencia), del experimentalismo científico y de la teoría de la evolución de Ch. Darwin.
El realismo se interesa por la realidad externa, cotidiana, socio-económica y política, y poblada por personajes comunes, cercanos y presentes. El artista realista parte de la observación y análisis de la realidad exterior y, luego, a través del uso de la lengua común, estandarizada, pretende reflejar verosímilmente la realidad circundante.
El Naturalismo es una evolución del realismo, pero insiste en los detalles fisiológicos más escabrosos y desagradables de las zonas más degradadas y pobres de la sociedad, ante los que el autor se muestra frío. Partiendo del determinismo (somos lo que la biología y las circunstancias nos han permitido hacer), el artista realista nos muestra que la cruda realidad bio-fisiológica condiciona la mente del hombre, su psique. El realismo tuvo un especial desarrollo en Francia, pero también prendió y se cultivó en toda Europa y América.
 1. FRANCIA: STHENDHAL, G.  FLAUBERT, E. ZOLA
1.1. Henri Beyle, Stendhal (Grenoble, Francia, 1783- París, 1842)
Nacido y criado en una familia burguesa, no realizó estudios superiores por problemas de salud. Se enroló en el ejército napoleónico, con el que recorrió Italia, país por el que sentía una especial devoción, y otros países europeos. Tras abandonar la vida militar, viajó incansablemente por toda Europa; además de su actividad literaria, trabajó de periodista y diplomático. 
Stendhal escribió numerosos ensayos y memorias, textos entre los que hoy se recuerdan las Vidas de Haydn, Mozart y Metastasio (1815), Vida de Napoleón (18171818), Historia de la pintura en Italia (1817), Roma, Nápoles y Florencia (1817), Pero su fama la debe fundamentalmente a sus cuatro famosísimas novelas:
 –Armancia es su primera novela. El brillante Octavio y la bella Armancia se enamoran perdidamente al comprender que están hechos el uno para el otro; pero él guarda un secreto “monstruoso”: a causa de un accidente no puede acceder a la paternidad. Es una novela sentimental en la que Stendhal analiza y critica su sociedad contemporánea, la de la resturación napoleónica. 
Rojo y negro  ilustra la atmósfera de la sociedad francesa en la Restauración. El protagonista es un joven, Julien Sorel, que es modelo de las ambiciones y frustraciones; taimado y resolutivo, abandona la serrería de su padre para servir de tutor a los hijos de la señora Rênal; acaban enamorados, por lo que el marido de ella lo expulsa; pasa un tiempo de formación en el seminario de Besançon (de ahí el color negro). En París sirve al marqués de La Mole; su hija Mathilde se enamora perdidamente de él, aunque Sorel la manipula y, al fin, la deja embarazada; abraza la vida militar (de ahí el color rojo). Una carta de la señora Rênal que llega al conde desenmascara sus artimañas, lo que provoca su vuelta al pueblo donde ella vive y le dispara en plena misa. Sorel es condenado y muere en la guillotina, a pesar de que la señora Rênal no muere, pero se suicida rodeada de sus hijas unos días después de la ejecución de su gran amor. 
La cartuja de Parma narra la historia del joven patricio italiano Fabrizio del Dongo y sus aventuras durante los últimos años del dominio napoleónico en Europa. Los hechos transcurren principalmente en la ciudad de Parma y en el castillo familiar del lago de Como. La tía de Fabrizio, la fascinante Gina, duquesa de Sanseverino, y su amante, el primer ministro del ducado, Conde Mosca, urden un plan para promocionar la carrera del adorado sobrino en la corte de Parma. Gina es objeto de las proposiciones del detestable príncipe Ranuccio-Ernesto IV, al que se ha jurado rechazar. Fabrizio es arrestado por homicidio y encerrado en la torre Farnese,[] de la que logra fugarse con una soga y la ayuda de Clelia, la hija de su carcelero, de la que se enamorará irremediablemente durante su estancia en la torre. 
Lucien Leuwen (incompleta y póstuma, 1894). Se enmarca en la Francia monárquica de Luis Felipe de Orléans. Lucien Leuwen, joven estudiante politécnico de familia burguesa, es expulsado de la escuela, ya que resulta sospechoso de ser saint-simoniano (socialista). Su padre, riquísimo hombre de negocios en París, le permite convertirse en subteniente, lo que le lleva a trasladarse a Nancy. Allí conoce a Madame de Chasteller, joven y encantadora viuda de la que se enamora. La sórdida y rutinaria vida militar sale muy malparada en esta novela.
Stendhal se centra en el análisis de las pasiones, de los comportamientos sociales, el amor por el arte y por la música, además de la búsqueda epicúrea del placer. Su estilo de escritura combina armónicamente el realismo de la observación objetiva y el análisis profundo  de los caracteres de sus personajes. Ha sido considerado el creador de la novela moderna, que dio paso a la gran narrativa del siglo XIX. Su positivismo, sin contaminarse de ideologías, muestra al lector un lenguaje muy moderno.

 

1.2. Gustave Flaubert (Rouen, Francia, 1821- Croisset, 1880)
Nacido en una familia acomodada, comenzó a estudiar derecho, pero lo abandonó. Un viaje por Italia y el Mediterráneo oriental lo marcó profundamente. Era un hombre solitario, soltero y de físico imponente, lo que no le impidió ser un desengañado de la sociedad burguesa y su adocenamiento. Escribía despacio porque era muy perfeccionista, siempre buscando la palabra justa y el ritmo adecuado; llevó a su perfección el estilo realista y abrió la puerta al naturalismo.
Madame Bovary es su mejor y más duradera novela. Charles Bovary es un médico rural que se casa con una viuda que muere el poco. En una visita a la  granja al señor Rouault, se encuentra con una bella joven, la hija del señor Rouault, Emma. Charles se enamora de ella y le pide al señor Rouault la mano de su hija en matrimonio, a lo que ella accede y se convierte en la señora Bovary. Madame Bovary, asidua a la lectura de novelas románticas, tiene unas ideas sobre el matrimonio que no llegarán a corresponderse con su relación con Charles: pasión, idilios inesperados, emociones… Madame Bovary cae enferma por el aburrimiento. Para su recuperación, Charles se traslada a un pueblo cerca de Ruan, Yonville, pero sigue la monotonía. Da a luz a una niña a la que llamarán Berthe pero Madame Bovary no ejercerá de madre prácticamente en ningún momento; sus nuevos vecinos son igual de aburridos, excepto León Dipuis, con quien inicia una relación apasionada, pero fracasada. Luego coquetea con Rodolphe Boulanger, un don Juan de Yonville; pronto son amantes. Planean escapar juntos, pero él se fuga sin ella y le deja una carta de despedida. En tanto, Enma contrae numerosas deudas con el señor Lhereux, que aumenta Charles, tras la recaída de Emma. Se encuentra casualmente a León Dipuis, ahora pasante de notario, en Rouen. Ante la imposibilidad de saldar sus deudas y de que sus aventuras sean conocidas por su marido, se suicida. A Charles le embargan su casa y todos sus bienes ya que no puede hacerse cargo de toda la deuda contraída por su mujer. Encuentra también la carta de Rodolphe y descubre que su mujer le era infiel. Sin embargo, la sigue amando en la poca vida que le queda.Aunque todo esto no es motivo suficiente para que Charles deje de amar a su fallecida mujer. La pequeña Berthe queda al cuidado de una tía.
Salambó es una novela histórica que recrea la rebelión de los mercenarios en Cartago, contratados por Amílcar Barca, en la época de la I Guerra Púnica. Matho, el jefe de los mercenarios rebeldes, se enamora perdidamente de Salambó, la hija de Barca. Idea una estratagema para que ella vaya engañada al campamento, con consecuencias funestas. Flaubert recrea con detalle y verosimilitud la vida en Cartago y crea personajes muy bien perfilados y de honda psicología.
La educación sentimental relata las andanzas del joven Fréderic Moreau en la Francia del segundo imperio por encontrar su sitio en el mundo, que no encuentra, ni material ni sentimentalmente (abandona incluso a su amor, la señora Arnoux).
1.3. Emile Zola (París, 1840 – 1902)
Zola representa la corriente naturalista en la narrativa francesa. Su compromiso contra las injusticias y los débiles le costó disgustos, procesos judiciales y condenas de cárcel, pero siempre se mantuvo firme. Defendió públicamente, con un artículo de periódico titulado “Yo acuso”, al militar Dreyfus, judío, de una falsa acusación de espionaje y traición. Su muerte fue un misterio no resuelto; oficialmente, falleció asfixiado, aunque parece que alguien pudo tapar la chimenea de su estufa.
Publicó una serie de veinte volúmenes donde quería reflejar la vida exitosa, cínica y acomodada de una parte de la sociedad (los Rougon), y, por otra parte, la dura y sufrida de la gente humilde, pero no por ello buenos, dominados por el alcohol (los Macquart), bajo el título de Los Rougon-Macquart, historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio (1871-1893); las taras heredadas a veces, pesan más que la voluntad. 
La primera novela de la saga se titula  La fortuna de los Rougon.  La historia se inicia en Plassans (nombre inventado por Zola que recrea aspectos humanos y geofísicos de Aix en Provence).  Adelaida Fouque es una joven huérfana, cuyo padre murió loco, y algo extravagante, como murmuraban que era ella. Se inicia de esta manera la historia de la familia y de sus taras genéticas. Adelaida se casa con un tal Rougon, del que tiene un hijo, Pierre. Pero pronto queda viuda y empieza a convivir con un cazador furtivo, Macquart. De esta unión, nacieron los hijos ilegitimos, Antoine y Ursula. Los tres niños se educan juntos, pero el primero es el heredero y asiste a la escuela; el que comprende en primer lugar que no es igual que sus hermanos, pues a él, por ser el hijo legítimo, le corresponde la herencia familiar. Pierre Rougon se casará con la ambiciosa Félicité y será el padre de tres hijos varones (Aristide, Eugène y Pascal) y de dos mujeres. Cada uno de estos hijos llevará un destino diferente, pero será Eugène, bien situado en el nuevo gobierno de Napoleón III, quien facilite que sus padres tengan cierta autoridad en Plassans. 
El pecado del abate Mouret es una novela de protagonista y tema religiosos (bastante comunes en el realismo); Sergio Mouret, en parte influido por la religiosidad del huésped de sus padres, se hace cura, sin mucha vocación. Ejerce su magisterio, con su hermana Desirée, en un pueblo cercano a Plassans, su ciudad de origen; mantiene con el resto de los habitantes del pueblo una relación tensa y algo difícil, pues muchos no lo aceptan. El día en que conoce a la hija de uno de sus feligreses más opuestos a su labor, por pura casualidad, pues se reponía de una enfermedad, todo cambia; Albine y Sergio se enamoran intensamente y viven su amor en una especie de paraíso, lo que los convierte, de alguna forma, en la pareja primigenia, adánica. Todo se desbaratará cuando se rompa el misticismo y comprendan que no están solos en el mundo y las pasiones (envidias, celos, codicia…) dominan a muchos hombres. Desirée, por su parte, vive en una inocencia casi de bebé, rodeada de pollos, cerdos y otros animales de granja. Aparece, también, como personaje secundario el doctor Pascal Rougon (hijo de Pierre y tío de los muchachos). 
Germinal es la novela más conocida y leída de Balzac. En un pequeño pueblo minero del norte francés, los mineros organizan una huelga indefinida para exigir mejoras salariales y de trabajo, pues niños y adultos hacen jornadas leoninas en las peligrosas minas. La familia Maheu junto con Etienne son los líderes, e intentan hacer un arreglo con los patrones, pero no es posible. En contraste, los patronos viven en la opulencia ostentosa, regalando sus migajas a los mineros. Los huelguistas animan a otros compañeros a que hagan huelga, y lo logran; la policía protege las minas, que comienzan a ser trabajadas por belgas. En un choque con la policía, en plena confusión, disparan al ser agredidos por los huelguistas y un tiro mata a Toussiant Maheu, líder huelguista. La falta de dinero, las enfermedades y las muertes debilitan a los huelguistas, que capitulan y vuelven al tajo. Sin embargo, ocurre un sabotaje, al inundar la mina, en el que muere el primogénito de Maheu. El abuelo enloquece y asesina a la hija del empresario. Al fin, vuelve la calma y sigue la dura vida, reflejada en la viuda Maheu. 
La bestia humana es otra inquietante y amarga novela de tono más policial. El subjefe de la estación de El Havre, Roubaud, empleado modelo, está  casado con Séverine, huérfana de padre desde la infancia y apadrinada por Grandmorin, presidente de la compañía de ferrocarriles. Roubaud se entera de que su esposa fue violada desde su adolescencia por Grandmorin y decide matarlo. El lugar elegido para el asesinato es un coche de primera clase del tren que cubre el trayecto nocturno entre París y El Harve. Roubaud y Séverine, después de degollarlo, tiran el cuerpo de Grandmorin a las vías y regresan a sus asientos de segunda clase creyendo no haber sido vistos. Pero en ese mismo momento, Jacques Lantier, un maquinista que conoce de vista a Roubaud y su esposa, camina al costado de las vías y, fugazmente, ve el cuerpo de un hombre apuñalando a otro y, junto a él, el cuerpo de una mujer. Durante la investigación del crimen, Lantier se convence de que las personas que vio en el tren eran Roubaud, y Séverine, pero decide no comprometerlos. Los esposos, desesperados por el miedo a ser descubiertos, entablan una relación amistosa con Lantier. Meses más tarde, la investigación se da por concluida y el matrimonio parece encaminarse hacia la felicidad plena. Sin embargo Roubaud, acosado por el remordimiento, cae en la ludopatía, al tiempo que Séverine y Lantier se enamoran y traman el asesinato de Roubaud para librarse de él.
2. RUSIA: DOSTOIEVSKI, TOLSTOI
En la segunda mitad del siglo XIX florece en Rusia la novela realista. Dostoiesvski, Tostói, Gógol, Turgueniev y Chejov son autores de contrastada calidad que dejaron obras profundas y artísticamente logradas. La Rusia zarista, inmersa en aquella época en una sociedad arcaica, dominada por la nobleza territorial y la iglesia, con fuertes agitaciones socio-políticas, de grandes contrastes sociales, ofrece un amplio campo de observación para los novelistas, plasmando en sus obras ese mundo ruso lleno de paradojas y matices. Entran en lo más profundos recovecos de la psique humana y prestan atención a los elementos espirituales, mostrando críticamente la realidad social en toda su amplitud.
2.1. Fiódor Dostoievski (Moscú, 1821 – San Petesburgo, 1881)
Este gran novelista ruso tuvo una vida muy azarosa e intensa. Su madre murió pronto, por la tuberculosis, dejando  un vacío emocional en Fiódor y sus hermanos; padre, médico y autoritario, murió pronto, deprimido y alcoholizado; al futuro escritor no pareció molestarle mucho, pues lo odiaba. Estudió en un establecimiento militar, de donde se graduó como alférez ingeniero de campo. Fue procesado en 1849, junto con otros amigos intelectuales, por conspiración contra la autoridad del zar, aunque nada era cierto. Se le condenó a muerte, y ya en el patio de fusilamientos se le conmutó la pena por cinco años de trabajos forzados en Siberia en condiciones inhumanas. Su epilepsia, que le hizo sufrir bastante, se vio agravada por estos acontecimientos. Fue indultado y reingresó en el ejército, destinado en la actual Kazajistán. Abandonó el oficio militar definitivamente y se dedicó a la escritura, con alternancia entre éxitos y fracasos. Se casó con la viuda de un compañero de pena en Siberia; luego se casó con su taquígrafa, Anna Snítkina, con la que tuvo varios hijos. Sufrió destierro en varias ocasiones; vivió una temporada en Europa (Alemania, Suiza, Italia). Vivió entre reveses económicos, agravados por cierta tendencia ludópata. Entre todo esto, nos dejó un conjunto de novelas de profunda y sabia escritura. Tras algunos bandazos, se forjó una ideología conservadora, pacifista, muy religiosa, rusófila sin ser nacionalista y atento a las desigualdades sociales. Veamos algunas de sus obras.
Humillados y ofendidos recrea la sociedad rusa de San Petersburgo. El escritor y narrador de la obra, Iván Petrovitch, enamorado de Natalia Nicolaievna, pero a su vez enamorada de otro, por lo que su padre la maldice y expulsa, relata no sólo su vida, sino la de Pedro Valkovski, un príncipe cínico y egoísta, la huérfana Elena (que acaba por morir muy joven de epilespsia), la rica heredera Catalina Fiorodovna y Nicolai Sergueitch Ikmeniev, padre de Natalia. Los sentimientos humanos, las ideas religiosas, el espíritu compasivo de unos, chocan con la codicia tramposa de otros; también la muerte tiene su papel, como espejo donde se refleja la auténtica valía humana de cada uno de ellos. 
El Idiota novela la historia del príncipe Lev Nikoláievich Myshkin, el cual, al igual que Dostoyevski, sufre de epilepsia.[ ]Pasa su infancia en Suiza por el tratamiento. Cuando vuelve a San Petersburgo contacta con la familia del general Iván Fiódorovich Yepanchín, su esposa Lizaveta Prokófievna Yepanchiná, y sus hijas Aleksandra, Adelaida y Aglaya Ivánovna; son parientes lejanos. El príncipe relata su estadía en una pequeña aldea Suiza, su amor por los niños y su compasión por los necesitados. Ama a Aglaya y es correspondido, pero el deseo del príncipe de ayudar a la calculadora Nastasia rompe la relación. Aglaya contrae un matrimonio sin amor y Nastasia es asesinada por su propio marido, harto de sus humillaciones. Myshkin, muy deteriorado, vuelve a Suiza, a una casa de reposo. Los demás le llaman el idiota porque se ríen de él, pero el joven noble sólo busca y da bondad y compasión.
 En Los hermanos Karamazov se plantea un conflicto entre un padre, Fiódor Pávlovich Karamázov, un hombre ridículo y oportunista de 55 años que tiene tres hijos de dos matrimonios. Se rumorea que tiene también un cuarto hijo ilegítimo, Pável Fiódorovich Smerdiakov, a quien contrata como sirviente. Como Fiódor nunca manifestó interés por ninguno de sus hijos, éstos crecieron apartados tanto de él como entre sí. Dmitri, el mayor, discute y amenaza a su padre con la muerte por Agrafena, una Jezebel moderna; y la herencia en disputa. Iván, el primer hijo de la segunda esposa, odia a su padre; es un racionalista ateo que acaba trastornado por el sentimiento de culpabilidad moral por el parricidio de su padre, está enamorado de Katerina, la prometida de su hermano mayor. Alekséi es el hijo pequeño, novicio en el monasterio local, bajo la dirección del monje santón Zosima. De Pável Fiódorovich Smerdiakov se rumorea que es hijo ilegítimo de Fiódor, para quien trabaja como sirviente y cocinero; siente una especial admiración por Iván y comparte su ateísmo; le confiesa que fue él, y no Dmitri, el asesino de Fiódor. 
Crimen y castigo es la novela más universal de Dostoievski, ello gracias a su profundidad psicológica, y al análisis certero de una sociedad y unas personas que, cuando pierden la guía moral, naufragan. La historia narra la vida de Rodión Raskólnikov, un estudiante en la capital de la Rusia Imperial, San Petersburgo. Su vida es humilde y frustrante por la miseria. Se endeuda con una vil y egoísta anciana, la cual ejerce el oficio de prestamista. El joven estudiante, tras muchos debates internos, asesina a la anciana, no con el fin de robarle –regala a una familia desconocida todo su dinero para que entierren al padre–, sino por considerarla un ser humano inútil y parasitario. Raskólnikov se autojustifica moralmente pensando que es un hombre superior, en cuyo caso no ha de sentir ningún tipo de arrepentimiento por su acción. Su evolución psicológica y moral le harán ver lo equivocado de su planteamiento. El joven se entrega a la autoridades aun cuando no existe ninguna prueba contra él y un inocente se ha declarado culpable, víctima de las presiones policiales. Es enviado a las cárceles en Siberia para cumplir su condena y Sonia (prostituta moralmente muy íntegra) se va con él a acompañarlo al presidio, en donde Raskólnikov se da cuenta de que la ama y que quiere terminar su condena para vivir junto a ella. Abdocia, su hermana, logra rechazar el cínico Arcadio Ivánovich Svidrigáilov y se casa con el mejor amigo de su hermano, Dimitri Razumijin. Vemos cómo el sufrimiento moral para purgar egoísmos tiene su recompensa existencial.
El estilo de Dostoienski es directo, preciso y muy elaborado. Profundiza en la mente de sus personajes y nos expone las luces y sombras del alma humana. La bondad tiende a sobreponerse sobre la estulticia y la injustica humanas, demasiado frecuentes.

 

2.2. León Tolstói (Yásnaya Poliana, Rusia ,1828 –Astápovo (ahora Lev Tolstói), 1910)
Noble y rico, este príncipe ruso es uno de los grandes novelistas realistas de la novela realista. Su vida fue agitada; en San Petersburgo contrajo deudas de juego; luego se alistó al ejército y participó en la Guerra de Crimea; pensador y ensayista, desarrolló un pensamiento profundamente religioso cristano, anarquista y pacifista; ya anciano, quiso donar sus extensas posesiones a sus campesinos. Ante la oposición familiar, se separó de su mujer Sofía Behrs (con quien había tenido trece hijos) y huyó en tren, y le alcanzó la muerte en la estación de Astápovo.
Guerra y paz es una de sus más importantes novelas. La trama se desarrolla de 1805 a 1815, durante la invasión napoleónica de Rusia siguiendo la historia entrelazada de cuatro familias nobles: a familia Bezújov (esencialmente Pierre), la familia Bolkonsky (el viejo príncipe Nikolái Andréievich, el príncipe Andréi, la princesa María), la familia Rostov (el conde Iliá Andréievich, Natasha, Nikolái) y laa familia Kuraguin (Elena y Anatoly). También aparecen los personajes históricos Napoleón I, el emperador ruso Alejandro I y el general Kutúzov. La trama se mueve en torno a las acciones y sentimientos del príncipe Andréi, inteligente y erudito aunque descontento, y enamorado de Natasha; el conde Pierre Bezújov, el heredero de una fortuna vasta y amigo del príncipe Andréi; es masón y tiene inquietudes intelectuales; y la condesa Natasha Rostova, una joven bellísima y simpática, de una familia con muchas deudas. Tolstoi hace un prólogo con la batalla de Austerlitz, la guerra de Rusia de 1812 y la derrota de los ejércitos franceses después de la ocupación de Moscú; la paz postnapoleónica cierra la obra. Entremedio, quedan plasmados la vida de la alta sociedad rusa, con sus bailes y sus reuniones sociales buscando marido o amistades de conveniencia para solventar los problemas venideros, pues todos intuyen que la invasión francesa acarreará. Tolstói vierte abundantemente sus propias opiniones sobre la historia, la guerra, la filosofía y la religión.
Ana Karenina es la otra gran novela de Tolstói. La protagonista que da título a la obra es la noble, bella y frívola Ana Karénina. Está casada con Alekséi Karenin y tienen un hijo, Seriozha, pero se enamora de Vronsky, con quien tiene una hija, Ana. Lyovin vive tranquilo en su granja rural y al fin se casa con Kitty, cuñada de Ana. Anna y Vronsky viajan a Europa y allí tratan de ser aceptados por la sociedad pese a no ser esposos, pero no logran relacionarse con los rusos residentes en el extranjero al no estar casados, cayendo en el aburrimiento y el tedio. Vuelven a San Petersburgo, pero ella es rechazada; se van a vivir al campo, en la casa familiar de Vronsky, pero Anna no logra ser feliz a pesar de la riqueza y la ostentación en la que vive y establecerse en la vasta finca familiar de éste. Los celos, infundados, la corroen. De vuelta a Moscú, ella se suicida y Vronsky se va voluntario a la guerra de Serbia contra Turquía. La obra se cierra con la vida campestre y feliz de Lyovin (más o menos identificable con Tolstói) y su esposa Kitty; perfecciona su espíritu con la bondad y la simplicidad de la existencia en plena naturaleza.
Tolstoi crea complejas y sutiles arquitecturas narrativas. Sus personajes son muy plásticos e impactantes. Escribe con naturalidad y precisión, llevando al lector a un mundo ruso con claroscuros chocantes antes de la revolución bolchevique.
3. INGLATERRA: CHARLES DICKENS (Portsmouth, Inglaterra, 1812 – Gads Hill Place, 1870)
Charles Dickens es el mejor novelista inglés del realismo. Tuvo una infancia dura: su padre ingresó en la cárcel por deudas, y allí vivía con toda su familia, excepto el joven Charles que, a los doce años, comenzó a trabajar doce horas diarias por un sueldo ridículo de subsistencia en una fábrica de betún para calzado. Su formación es autodidacta. Luego ejerció de pasante en un despacho; ejerció otros trabajos en imprentas y editoriales, hasta acabar en el periodismo. Se casó y tuvo diez hijos, aunque se divorció en 1558, dos años después de comprar la casa donde vivió hasta el final de su vida. Se salvó de milagro en un grave accidente de ferrocarril, aunque le quedaron secuelas. Daba conferencias por Inglaterra y Estados Unidos y realizó el correspondiente viaje a Francia e Italia. Murió de una apoplejía en la cima de su popularidad.
Oliver Twist es un pequeño huérfano que ha perdido a ambos padres. Pasa sus primeros años en el asilo de la señora Mann, donde pasa mucha hambre. Los niños deciden entonces jugar a quién de ellos pedirá más comida y Oliver resulta ser el elegido. En la cena de esa noche, después de su ración normal, se dirige al director del orfanato y le pide más comida. Debido a este episodio es tachado de problemático por el Sr. Bumble, el bedel y el director, quien lo ofrece como aprendiz a cualquiera que lo quiera contratar. Así, Oliver se convierte en aprendiz del enterrador Sowerberry; sin embargo, se pelea con un empleado del enterrador y decide escapar a Londres. En las afueras de la ciudad, cansado y hambriento, conoce a Jack Dawkins, quien le ofrece un lugar donde hospedarse en Londres. Lleno de inocencia, Oliver se ve inmerso en el mundo del hampa londinense y se encuentra en medio de una banda de chicos carteristas, dirigida por el malvado Fagin. Un anciano de su bloque de vivienda lo acusa de un robo que no ha cometido, pero resulta que ese señor es el único pariente vivo de Oliver, que recibirá la herencia y abandona la pobreza. Londres es descrito como una sucesión de laberínticas calles y callejones, patios por lo que Oliver es arrastrado, y en los que percibe la pobreza, la suciedad o la delincuencia. En esa ciudad, conoce a una mujer llamada Nancy, quien se gana la vida en la calle.
David Copperfield es su novela más autobiográfica. David Copperfield cuenta su propia vida, desde su nacimiento hasta su edad madura, y de aquellos que le rodearon, para bien o para mal. Inicia el día en que nació, cuando su padre ya había fallecido. Clara era el nombre de su madre, y el de su niñera también, aunque ésta es llamada en todo el relato por su nombre familiar Pegotty. Clara se vuelve a casar cuando Copperfield tiene alrededor de siete años, con el Señor Murdstone, un tipo severo; luego lo envían a vivir una temporada con la familia de Pegotty, unos humildes pescadores que viven en un barco. Cuando regresa a su casa, queda evidenciado que un niño no cabía dentro de aquel sistema, un día David muerde a Murdstone, este le castiga y le envía a una escuela lejos de su madre. Dicha escuela es dirigida por Mr. Creakle, un tipo déspota cuyo sistema de educación eran las tundas a sus alumnos. Clara es infeliz y fallece algunos meses después, seguida por su recién nacido hijo. David queda abandonado a su suerte desde entonces, ya no vuelve a la escuela. Su padrastro lo envía trabajar a un negocio del que es socio. Es alojado cerca de su trabajo por la familia Micawber, cuyas penalidades económicas David comparte por algún tiempo. Pronto se escapa en busca de su tía abuela Betsy Trotwood, en una lastimera travesía. Asiste a la escuela por un tiempo; luego trabaja como aprendiz de procurador, donde conoce a la hija de su empleador, Dora Spenlow, de quien se enamora. Se casa con ella, pero poco tiempo después esta se enferma, y comprende que fue un error casarse. David se da cuenta de que siempre estuvo enamorado de Agnes  se casan y deja la profesión de abogado para ser escritor.
Grandes esperanzas es otra gran creación de dickeniana. Philip Pirrip, mejor conocido como «Pip», un niño que vive con su hermana y su cuñado después de la muerte de sus padres, conoce a un viejo convicto que había escapado de un barco-prisión mientras visitaba la tumba de sus progenitores, y le ayuda con comida y ropas. Después de dos años, Pip es mandado a la casa de la Señorita Havisham, una mujer de mediana edad, para que pueda jugar cartas y entretenerla. Allí el joven Pip conoció a Estella, de quien se enamora. Lo  preparan para trabajar como un herrero, tal cual como su cuñado, Joe. Un anónimo benefactor le paga una estancia en Londres para convertirse en caballero. Una noche lo visitó un viejo en la habitación, el cual se presentó como Abel Magwitch, al cual Pip reconoció en el acto: el viejo convicto que había visto en el cementerio cuando era un niño. Pip se aterró aún más cuando sospechó toda la verdad. Abel Magwitch era su benefactor. Con el tiempo Magwitch tenía que dejar Inglaterra ya que su vida peligraba, Compeyson (el otro convicto con quien Abel estaba peleando cuando Pip era niño) lo estaba buscando por toda la ciudad. Herbert y Pip planearon la huida a través de un barco, pero fracasan. Finalmente Abel Magwitch fue sentenciado a la horca, aunque no muere sentenciado. Pip regresa a su pueblo, tras haber recibido la visita reciente de Joe. Allí se lleva una gran sorpresa: Joe y Biddy (chica que le había gustado mucho) se habían casado y, además, habían tenido un niño llamado como él (Pip) y una niña. Decide ir a la antigua casa de la Señora Havisham y allí, se encontró por casualidad con Estella, ya viuda; reconocen su amor. Lo último que se sabe de Pip es que se encuentra en Barbados viviendo al estilo inglés.
Cuento de Navidad es un relato corto, pero intenso y emotivo. El protagonista es el señor Ebenezer Scrooge, un hombre avaro y tacaño que no celebra la fiesta de Navidad a causa de su solitaria vida y su adicción al trabajo. No le importan los demás, ni siquiera su empleado Bob Cratchit. Una noche, en víspera de Navidad, Scrooge recibe la visita de un fantasma que resulta ser el de su mejor amigo y socio Jacob Marley, muerto siete años antes del inicio de la historia. Le anuncia la visita de tres espíritus de la Navidad, que le darán la última oportunidad de salvarse. Scrooge no se asusta y desafía la predicción. El Fantasma de la Navidad Pasada, que irradia luz y que parece un niño, le muestra a su sobrino, Fred, hijo de su hermana difunta. El chico se había vuelto rico y ya no le importaba la Navidad. Luego llega el Fantasma de las Navidades del Presente que le hace ver al avaro la actual situación de la familia de su empleado Bob Cratchit, que a pesar de su pobreza y de la enfermedad de su hijo Tim, celebra la navidad. El Fantasma de la Navidad Futura, mudo y de carácter sombrío, le muestra lo más desgarrador: el destino infernal de los avaros. Horrorizado, Scrooge intenta convencer al espíritu de que está dispuesto a cambiar si le invierte el destino. Al final, el avaro despierta de su pesadilla y se convierte en un hombre generoso y amable, especialmente con Cratchit y su hijo enfermo.
Con un alto dominio del lenguaje y de las situaciones narrativas, Dickens legó a la posteridad profundas novelas llenas de verdad y con un sentido moral.
5.4. NORTEAMÉRICA: EDGAR ALLAN POE (Boston, EEUU, 1809 – Baltimore, 1849) 
Poe es más romántico que realista por su cronología, aunque por sus temas, estilo y tratamiento, es precursor del realismo. Escribió poesía (es muy conocido ”El cuervo”, poema dialogado entre el poeta y el ave en el que reflexiona sobre la escritura literaria, la autoconciencia artística y la necesidad del trabajo consciente para lograr la perfección), ensayos, una novela bastantes relatos cortos. Su vida está llena de paradojas y misterios, como ocurre en muchos de sus cuentos. Huérfano de niño, fue recogido por una familia acaudalada, pero acabaron a mal. Pasó por la academia militar de West Point, por la universidad de Virginia, etc., pero no logró terminar sus estudios ni encontrar una profesión estable. Se dedicó al periodismo, pero por diversas razones, abandonaba sus trabajos. Se casó en 1835 con una prima (Virginia, 13 años) cuando alcanzó los 26 años; no tuvieron hijos y ella murió de tuberculosis en 1847; Poe se sumió en la desesperación y el abatimiento. Su carácter era inestable, y pasaba de creerse una persona talentosa y genial a sumirse en la agonía del alcohol, sobre todo tras la muerte de su esposa. Fue muy conocido en vida, igualmente alabado y despreciado como escritor. Fue recogido por un amigo cuando deambulaba, como enajenado, con ropa ajena, por las calles de Baltimore. Los informes médicos, la autopsia y el certificado de defunción desaparecieron.
Poe es autor de una única novela: La narración de Arthur Gordon Pym (1838). Se trata de un relato de aventuras marineras de tipo episódico, centrado en su intrépido protagonista; se encuentran ecos  del holandés errante, Robinson Crusoe, etc. El texto tiene muchos detalles macabros y acaba con un final ambiguo y confuso, pues parece que el protagonista muere, aunque es acogido por una figura humana gigante blanca como la nieve.
Sus cuentos le han proporcionado prestigio y fama. El escritor argentino Julio Cortázar, su principal traductor al español, ordena sus cuentos  por temas: de terror; sobrenaturales; metafísicos; analíticos; de anticipación y retrospección; paisajísticos; y grotescos y satíricos.
a) Cuentos macabros, de terror o góticos: “El gato negro”. Es la parte de su obra más conocida y propiamente genuina]; compatibiliza lo gótico con la plausibilidad psicológica, logrando elevar el género a la categoría de gran arte. Otros relatos célebres son «El barril de amontillado«, «El pozo y el péndulo«, «La caída de la casa Usher«, «Ligeia«, «Manuscrito encontrado en una botella» y «Un descenso al Maelstrom» etc. Tienen un contenido onírico, simbólico, de terror cerebral, asociado hacia ciertas manifestaciones sádicas (que Poe, al parecer, manifestó). Se ha asociado estos cuentos con la corriente del “romanticismo oscuro”.
b)Detectivescos: “Los crímenes de la calle Morgue”. Poe igualmente dio origen al relato de detectives por medio de sus cuentos analíticos y de misterio: «La carta robada«, «Los crímenes de la calle Morgue«, «El escarabajo de oro» y «El misterio de Marie Rogêt«. Su técnica narrativa hace que nos sintamos detectives y que participemos, con cierto vértigo, de descubrimientos desagradables que conducen al asesino. 
c) De ciencia-ficción: “Von Kempelen y su descubrimiento”. El bostoniano dio asimismo un significativo impulso al género emergente de la ciencia-ficción, respondiendo así a los recientes avances científicos y tecnológicos, como el globo aerostático, en su cuento «El camelo del globo»; otros cuentos de este grupo son «Von Kempelen y su descubrimiento», []«La verdad en el caso del Sr. Valdemar«, «Manuscrito hallado en una botella«… 
d) Satíricos y poéticos: “Metzengerstein”. El escritor dedicó asimismo muchos relatos a la sátira, al humor e incluso la mistificación humorística (patraña). Para crear el efecto cómico, solía servirse de la ironía y la extravagancia absurda, en un intento de poner coto al conformismo ideológico del lector. Así, «Metzengerstein«, su primer cuento publicado, La sátira en cuentos como «El timo considerado como una de las ciencias exactas», «El hombre de negocios» o «Los anteojos» se transforma en desprecio.
Mención aparte merecen sus relatos de corte poético y metafísico, muchos de ellos auténticos poemas en prosa, de acendradas virtudes estéticas: «La conversación de Eiros y Charmion«, «El coloquio de Monos y Una«, «El alce», «La isla del hada», «Silencio», «Sombra», etc.
«El cuervo» (1845)
Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos.  Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

 

Advertencia: aunque la estructura, intención y sentido de la este texto es original, bastantes datos aquí proporcionados proceden de Wikipedia, donde se pueden contrastar.

Un comentario sobre “Sucinta Historia de la Literatura Universal (5). Narrativa realista del siglo XIX

  1. Es muy interesante, la verdad, me gustó, me vas a disculpar, de verdad, aprovecho la ocasión de mi mensaje
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